Protocolo: el paso a paso del cuento "Una estrella ahora brilla en el cielo"
En este trabajo voy a tratar de ir esbozando cómo fue el proceso de escritura del cuento que realicé a partir de la anécdota de Chejov, al cual llamé "Una estrella ahora brilla en el cielo".
En primer lugar me gustaría adelantar que no fue un trabajo de elaboración rápida; de hecho no llegué a entregarlo para la fecha correspondiente dado que no sabía sobre qué quería escribir. Esto para mí constituye un inconveniente porque se me hace difícil dar comienzo a un relato sin una mínima idea consistente previa. A veces también sucede que trato con un par de ideas, pero ninguna termina de convencerme y entonces la desecho. En esta ocasión me sirvió apoyarme en el cuento escrito por una compañera de taller que al leerlo en clase me interpeló y que me pareció que estuvo bueno como una forma de reflexión sobre qué le sucede a un deportista más internamente. Al principio no iba a escribir una historia similar porque supuse que me estaría copiando y "robándole" su idea. Después pasaron unos días, mi hermano me mostró un video de Riquelme y finalmente decidí volcarme a esa idea. De todas formas escribí sobre una chica, tal vez porque creo que el fútbol femenino no goza de la suficiente visibilidad o quizá porque también yo me desempeño dentro del ámbito. Desde luego está muy lejos de basarse en una vivencia personal.
Una vez elegido mi personaje, es decir, una futbolista, pensé en qué podía suceder con ella. Rápidamente, y siendo esto posiblemente lo más esperable, esta jugadora iba a obtener un gran triunfo y luego se iba a suicidar. El asunto de integrar una cifra grande en el relato no me resultó tan sencillo, y esto fue por varios motivos. Primero, debía situarme en contexto; era el año 2006, por lo que el premio de por sí no constituiría ese millón; por otro lado, el fútbol femenino no tenía tanto reconocimiento (aún hoy no lo tiene como merece, en mi opinión) y, pese a que este premio fuese una cifra grande, tampoco sería tal lo que reciba cada una de las jugadoras, entendiendo que el monto es divido. Así que me permití poner una cifra que consideré correspondiente tanto para la trama como para el pedido de la consigna en la medida de lo posible. Aquí debo hacer una aclaración que considero pertinente. Lo relatado, en parte, fue un hecho que ocurrió realmente, la protagonista también estuvo presente en él y convirtió el segundo gol del triunfo, pero no es real el suicidio ni que lidiaba con problemas de estrés, presión o que perdió a un familiar cercano. De acuerdo con esto, incluí el tema de la mente de la deportista como el aspecto más central de la historia. Quizá no se perciba a simple vista, pero en parte busqué darle un final en el que se presente ese interrogante de porqué la joven se suicidó y que esto quede al libre albedrío del lector, pese a que mi intención fuese que todos concluyeran que fue debido a la problemática de la cuestión psicológica para la deportista.
No quise ahondar mucho sobre esto último porque considero que no cuento con las herramientas suficientes o con una vasta información como para abordar el tema de una manera si se quiere más profesional, por el hecho de que podría terminar desinformando. Es por ello que lo planteé desde una mirada más subjetiva ligada a lo que fui viviendo y observando yo en mi corta experiencia como una chica que juega al fútbol. Junto con esto, también estuve leyendo algunos artículos sobre la presión psicológica, el estrés, la depresión, entre otras cuestiones que inciden en el deportista, y me di cuenta que es realmente muy alto el porcentaje de jugadores que sufrieron depresión o problemas psicológicos a lo largo de su carrera. Inclusive leí testimonios de jugadores, ex jugadores, psicólogos deportivos, que destacan la importancia de actuar frente a esto, porque al final, un jugador es una persona que piensa, siente y sufre, y al igual que a todo ser humano, le pasan cosas.
Por último, voy a contar un poco de dónde surgió mi idea del título. En un principio quería ponerle "Shine on you crazy diamond" (sigue brillando diamante loco) por el tema de Pink Floyd dedicado a Syd Barrett, quien dejó la banda a los tres años de su fundación, siendo elogiado por sus ex compañeros por su talento único y un legado que ha servido de inspiración para la banda. Después me retracté porque me pareció que estaba vinculando un caso particular de la música con el ámbito del fútbol que poco tenía que ver. En realidad la idea aflora a partir del término "joyita" adjudicado a la protagonista de la historia, y de ahí la relación con el "diamante" de la canción. Así fue que entre una cosa y otra terminé con el título que finalmente ha quedado para el cuento.
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