"Fotos" - Rodolfo Walsh



El relato "Fotos" forma parte de Los oficios terrestres, volumen publicado originalmente en 1965, incluido en la edición de Cuentos completos. El cuento da a leer una concepción de la literatura en tanto se explora las profundidades de la historia argentina. Walsh trabaja permanentemente la tensión entre ficción y política; su obra está escindida por ese contraste. 

Por otra parte, el procedimiento de construir una narración conformada por una pluralidad de voces, escritas y orales, en buena medida da cuenta de una caracterización de la literatura que presenta Walsh: depósito de voces e imágenes. De todas formas, como he mencionado anteriormente, la política también tiene su lugar, pero se presenta de forma discreta, indicada sobre todo a través de una contextualización hecha de fragmentos y comentarios lacónicos sobre la vida social del campo argentino, sin entorpecer, sin embargo, la discusión estética que constituye el centro del relato. Aquí se manifiesta un gran interés por parte del autor hacia el lenguaje visual devenido, en este caso, en la fotografía. El cuento narra el proceso que lleva al joven Mauricio a encontrarse con el arte, quien cree en las posibilidades artísticas de la fotografía. En consecuencia, afirma la plena participación del sujeto y la importancia del estilo, inscribiendo su presencia mediante los efectos que hacen visibles sus fotografías.

A través del cuento se enfrentan dos posturas estéticas bien diferenciadas. Ambas están encarnadas en los personajes de Jacinto Tolosa (hijo), de perfil conservador, futuro abogado, poeta convencional; y Mauricio Irigorri, hijo de comerciante, estudiante fracasado, aventurero, fotógrafo. Dichas posturas aluden a ideologías de clase sobre la pertenencia y función social del arte. Jacinto, al defender su visión, busca echar por tierra la pretensión de su amigo de asociar la fotografía a una expresión artística. 

Mauricio no solo exhibe un debate acerca de la fotografía, si no que puede ser visto también como una figura que condensa y presenta una cantidad de cuestiones que hacen a la reflexión en torno de la estructura política, económica y social de la Argentina, y cómo se inscribe un personaje de ese carácter en un país trazado económica y culturalmente de un determinado modo.

Siguiendo esta línea, la alusión a las estancias "ancladas para siempre como acorazados de fierro" operan como una metáfora del lugar de la clase terrateniente: como la estancia, se encuentran fijos, en la tierra, y ante una política favorable a ellos junto con el sistema económico; mientras que la figura de Mauricio viene a representar la incesante movilidad de quien no tiene lugar, ni real ni simbólico; no tiene anclaje en el sistema económico, ni sociocultural, y que lo lleva, como en el cuento, a su fin.

A modo de cierre, creo que es posible sintetizar las dos historias, entendiendo que la superficial aborda cómo Mauricio se construye narrativamente a partir de la mirada de Jacinto, y la profunda, como aquella posible de ser sometida a un trasfondo analítico que ahonda por aquellas distintas cuestiones, desplegadas a lo largo de este escrito, que interpelan a Walsh. 


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