"Una estrella ahora brilla en el cielo" - Cuento a partir de la anécdota de Chejov
Era una tarde ventosa en Mar del Plata aquel 26 de noviembre del año 2006. Aún no eran tiempos de turismo. Por el contrario, sí lo eran de deporte. Ese año la ciudad marplatense era nada menos que la sede de la Copa América Femenina. Por aquella tarde, la Selección Argentina jugaría la final contra el imbatible Brasil. De estadísticas mejor no hablemos, podrían bajarse las expectativas incluso antes del pitazo inicial de las 17:15. Pero las jugadoras argentinas sabían a quiénes se enfrentaban, y achicarse no era una opción. El Estadio José María Minella se erigía como el escenario perfecto para la ocasión. A las 15:00 de aquel domingo bajaba del micro, que reposaría hasta entrada la noche, Belén Potassa, una joven jugadora santafesina de apenas 17 años. Las pretensiones del cuerpo técnico cargaban en gran parte sobre ella, quien era consideraba la "promesa" del equipo. Belén comenzó a aspirar alto, su sacrificio día a día debía tener recompensa, salir campeonas, no se conformaría con menos. Y así fue, las argentinas levantaron la copa luego de una hazaña inolvidable. El primer tiempo se jugó al ritmo de Brasil, que dominó los 45 minutos iniciales y fue superior ante el rival. Sin embargo, no pudieron convertir. Así se irían ambos equipos al vestuario, con un empate parcial. La salida de las argentinas al campo de juego luego del entretiempo mostraba unos rostros confiados en su tarea para la segunda mitad. Rostros que reflejaban otro propósito, adueñarse de la pelota y jugar a su juego. A los pocos minutos llegó el ansiado gol con un tiro libre ejecutado por Eva González desde una distancia de 40 metros del arco de la portera Thais. El panorama ilustraba un total desconcierto por parte del equipo brasilero, que fue aprovechado 2 minutos más tarde por parte de las albicelestes aumentando la diferencia en el marcador a través de Belén Potassa, la asombrosa joyita del conjunto nacional, con un tiro de media distancia inatajable para la guardameta brasilera. Los minutos transcurrieron y Brasil no encontraba el camino para descontar; y es que no era un equipo acostumbrado a dar vuelta un partido. El técnico caminaba incesantemente e improvisaba algunos cambios que pudieran remediar el desbarajuste que observaba en el campo de juego. Pero las jugadoras que ingresaron no fueron suficientes ante un rival que dejaba la vida en cada pelota. Luego de haber transcurrido los últimos 5 minutos del tiempo adicionado por el árbitro, llegó el pitazo final, y con él, el festejo, la emoción, los abrazos. En el medio de la cancha estaba ella, la delantera proveniente de Santa Fe, de rodillas desbordada en lágrimas, mirando al cielo, dedicándole el triunfo, posiblemente, a algún familiar, nunca lo sabremos. La Selección Argentina no sólo se había consagrado campeona de la Copa América, sino que también se había clasificado a la Copa del Mundo 2007 y a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. El hecho ha quedado en la historia como uno de los mayores logros del fútbol femenino argentino.
Todo sacrificio tiene su recompensa, o al menos eso suele decirse; y aquí las jugadoras más allá del título obtenido se llevaban consigo una gran suma de dinero. El premio final era de $700,000, de los cuales cada jugadora recibía $30,000 más lo adquirido por cada partido ganado, lo que sumaba alrededor de $50,000.
El Seleccionado luego de su exitosa victoria regresó al hotel en el que se habían hospedado durante todo el desarrollo de la Copa. Tendrían una cena de celebración en el salón de fiestas que el mismo disponía. Pero un suceso inesperado detuvo todo en ese mismo instante. La joven de unos cortos 17 años se había suicidado lanzándose por la ventana de la habitación que compartía con otras dos compañeras. Nunca nadie supo el motivo de aquel trágico desenlace. Se han levantado algunas sospechas de que pudo haber sido la presión psicológica y el estrés con los que ella lidiaba que la condujeron a arrojarse por el ventanal. Otros mencionaron la pérdida de un familiar cercano como un posible condicionante. Por último, algunos alegaron que ha sido una sumatoria de todo ello y, que en contraste con haber salido campeona junto a la Selección desempeñando un papel fundamental, Belén no supo cómo manejar ese conjunto de emociones llevándola a tal punto de terminar con su vida. El verdadero motivo jamás se sabrá, permanecerá por siempre con ella.
Comentarios
Publicar un comentario