"Subjuntivo" - Juan Sasturain

"Subjuntivo", escrito por Juan Sasturain, es uno de los trece cuentos que componen "La mujer ducha" (2001), aunque ya había aparecido en Zenitram, un libro de relatos anterior. Planteado como un riguroso ejercicio de estilo, puesto que está escrito en su totalidad en subjuntivo, el texto juega con las connotaciones de ese modo verbal, como la expresión del deseo, la posibilidad y la duda. En lo personal me gustó mucho; principalmente por el esteticismo que logra el autor mediante el desarrollo de palabras tan armónicamente enlazadas. Creo que desbordan las representaciones que el lector puede imaginarse, escenas muy reales. Me parece que es meritorio este efecto logrado: cómo de la mano de un desconocido (porque en cierto sentido eso es), posiblemente fluya un sinfín de sensaciones.

El cuento presenta dos historias; por un lado nos encontramos con un hombre que despierta en un estado de amnesia en un lugar que podría ser una especie de residencia. Este se siente dolorido, entendiendo que aquél dolor proviene de algún tiempo previo y que ahora lo halla retirándose. Por las noches se le presenta la imagen de una mujer que pasará a ser su visita nocturna, y eso lo contendrá. Así está configurada su cotidianeidad, de vasta extrañeza. Eventualmente, llega el día en que lo trasladan a una gran casa donde lo espera un tal Subjuntivo que, con el proceder de la historia, se devela que es un mafioso, quien encomienda al protagonista a realizar una investigación acerca de una foto que le es otorgada. El protagonista acepta y luego descubre que es él quien estaba disparando a los dos hombres presentes en la foto. Finalmente, Subjuntivo lo mataría en una acción de venganza por haber este matado antes a los suyos. Hasta aquí la historia superficial. La segunda historia, que no se muestra en un primer plano, abarca los interrogantes sobre el protagonista de "¿cómo llegó ahí?, ¿qué hace?, ¿por qué mató a los dos hombres?", los que dan lugar a un abanico de hipótesis por parte del lector. Sasturain ofrece lo concerniente a los sucesos posteriores al despertar del protagonista, escondiendo de esta manera lo sucedido previamente, que tal vez puede revelarse en una combinación de imaginación y el mismo desarrollo del cuento.

Más allá de la estructura de las dos historias, pienso que uno puede suponer distintas hipótesis. Yo desde un principio me quedé con la idea de que el lugar en el que el protagonista despierta era una residencia. Otra cuestión que me llamó la atención fue el dragón al que se alude enfáticamente, y en reiteradas ocasiones. Luego de releer el cuento, imaginé que el dragón representaba un símbolo de un "grupo" que iba detrás del protagonista. Esta idea surge por sus apariciones, es decir, tatuado en el muslo de la mujer, en las palmas de las manos de los dos hombres de la foto, como también en una mano de Subjuntivo. Inclusive, el anteúltimo párrafo del cuento hace referencia a un "nosotros", y esto se ve reflejado por el "te hayamos incitado" y el "hayamos creído", mencionando los distintos mecanismos empleados para que el castigo fuera tal, como cierto simulacro que ocasionaba un sentimiento de amor para el protagonista, o aquello utilizado con el fin de convocar a su memoria y entender el por qué de su muerte.