El inconsciente jugando en las pesadillas - Diario de escritura

Hace poco más de una semana fui con mi novia al cine. La película que vimos lleva como título "Espíritus oscuros". Este comentario, que aquí traigo, radica en cómo repercutió la historia de la película, desde su lado más psicológico, si es que es posible entenderlo en esos términos, durante mis consecuentes horas de sueño. En síntesis, un nene de unos 12 años, se ve obligado a atravesar una situación tormentosa, ya que su padre, único responsable de él y su hermano menor, y aquel que más los protegía, empieza a enfermar, muy gravemente, hasta convertirse en una criatura peligrosa. Finalmente, el padre muere. 

La noche siguiente desde que vi la película soñé algo muy triste, e incluso sentí culpa por haber soñado eso. Mi pesadilla consistió en que se murió mi abuelo. La culpa inicial supongo que se debió a que no le encontraba relación con nada vivido previamente. Me quedó resonando en la cabeza, porque de hecho tenía elementos de ciencia ficción; era un sueño raro. Hasta que un día, retomando mentalmente la pesadilla para esta ocasión, pensé, instintivamente, en la película. Repasé ligeramente la trama, pero, me detuve en la historia profunda, ya no tanto en el agregado que no me aportaba mucho a la conexión que intentaba entablar. En eso, me di cuenta que mi pesadilla tenía semejanzas considerables con la historia de la película. Yo había soñado que mi abuelo nos atacaba, a mí y a mi familia, en mi propia casa, trasladándose en una especie de patineta voladora y, desde el aire, nos lanzaba papeles prendidos fuego. En un momento, se resbala y se cae para atrás sobre el jardín de mi vecino, que se encontraba a unos cuantos metros del patio de mi casa. Sin ni siquiera pensarlo, yo salgo corriendo a ver a mi abuelo que yacía en el piso, creo que sin vida. En aquel momento me despierto. 

En el sueño, mi abuelo carecía de razón. Él se había convertido, por algún motivo que desconozco, en el personaje malvado a quien se debía derrotar. Finalmente, mi abuelo muere. La oración anterior es idéntica a la que concluye el primer párrafo de este escrito, solo difiere en el protagonista de la misma.  Pese al parentesco, en la película padre e hijo, en mi pesadilla nieta y abuelo, quien fallece es la persona protectora, el refugio de aquellos niños indefensos que, ante la ausencia que producía no ver más a sus héroes, corrieron detrás de ellos, como si pudieran salvarlos de su ineludible destino. 

No creo que mi pesadilla haya sido casualidad, más bien considero que hay cierto patrón notable entre esta y la película. No sé si ha sido el inconsciente o qué, pero haber trabajado sobre ella, terminó resultando, en un buen sentido, estremecedor. 


Comentarios

Entradas populares